Se trata de una ruptura de colágeno que es visible en la superficie de la piel.
Inicialmente suelen ser rojas o moradas, pero con el tiempo suelen atenuarse hacia un tono blanco nacarado. Pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo donde se haya estirado la piel, pero son más frecuentes en las zonas que suelen almacenar grasa, como el abdomen, el pecho, la parte alta de los brazos, las nalgas y los muslos, y en hombres también en espalda.
Las estrías se mejoran pero no desaparecen completamente.