La ginecoéstetica, más allá de la connotación estética que su nombre puede sugerir, se impone como la medicina para el bienestar de la zona íntima tratando trastornos de la zona genital externa e interna como la vagina y el suelo pélvico y mejorando, de forma considerable, la calidad de vida .

Si bien es cierto que, un porcentaje muy elevado de pacientes solicitan una labioplastia, o recorte de labios menores, otro porcentaje no menos considerable empieza a perder el pudor y consulta sobre incontinencias urinarias leves o moderadas, como consecuencia de embarazos, partos, episiotomías, menopausia o aumentos de peso. La mayoría de problemas de suelo pélvico se acompañan de la relajación de paredes las vaginales, lo que empeora mucho la calidad de las relaciones sexuales y si a eso le sumamos, en muchas ocasiones , la sequedad vaginal o la disminución de la libido, la dificultad en las relaciones sexuales se hace cada vez mayor.

Existen multitud de tratamientos en ginecoestética. Desde la cirugía en casos de labioplastia o el láser, Fotona Intimalase, para mejorar la incontinencia y la laxitud de paredes vaginales. Sin embargo , uno de los dispositivos más revolucionarios es el EMSELLA: una silla que emite ondas electromagnéticas que reproducen los ejercicios de Kegel. El resultado es la mejoría de todos los grados de incontinencia urinaria, alivio del dolor pélvico, y la salud del tono de las paredes de vagina y recto. El Emsella también se puede realizar en la población masculina. El Emsella tiene la gran ventaja de que se puede aplicar con la paciente totalmente vestida/o, siendo confortable e indoloro y con 6 sesiones (cada una dura 30 minutos) los
resultados son espectaculares.

“El 95% de pacientes refiere un aumento de la calidad de vida y un 70 por ciento dejan de usar de compresas para incontinecia urinaria” (Dra. Marta Serna)